El viaje de la tortuga

El viaje de la tortuga

Photo by Timothy Perry / Unsplash

Esta es la historia de una tortuga. Así es, una tortuga que avanza 50 pixeles hacia adelante, luego gira 90 grados y avanza otros 50 pixeles (hacia adelante). La tortuguita vuelve a realizar un giro de 90 grados en el mismo sentido que la vez anterior y avanza otros 50 pixeles. Por cuarta y última vez, nuestra amiguita hace lo mismo, gira 90 grados hacia su derecha y con la vista al frente avanza con determinación la misma distancia que las veces anteriores.

Nuestra tortuga vive en una realidad virtual y soy yo quien le ha mandado dibujar un cuadrado en el monitor que tengo de frente. En concreto, las instrucciones que le he dado son:

forward 50 right 90
forward 50 right 90
forward 50 right 90
forward 50 right 90

Y....voilà!!!, la tortuga se encuentra en su posición inicial, pero ha dejado una traza tras de sí.

tortugalogo-1 (Logo Fundation. Ver nota al final)

La historia de la tortuga es también la historia de mi relación con la computación y los lenguajes de programación.

Pertenezco a esa generación para la cual acceder a una computadora era un privilegio. En mis primeros años de educación la computación era una asignatura novedosa. Todavía en la preparatoria entregaba mis tareas físicamente en la prefectura antes de las 8:00am. En vez del botón "delate" al cometer horrores ortográficos recorría el rodillo hacía la derecha y volvía a teclear mis errores (qué ironía) con papel corrector. ¡Ah, mi vieja Olivetti! (suspira).

Soy economista de profesión. En la universidad solamente tuve un curso de "informática" cuyo proyecto final fue presentar una página desarrollada en HTML y párale de contar. Afortunadamente un profesor me exigió aprender el software STATA por mi cuenta como requisito para trabajar como su asistente de investigación y vaya qué favor me hizo, ese fue el empujón que necesitaba; salí del cascarón y caminé hacia el mar de posibilidades que representa aprender nuevas herramientas informáticas de forma AUTODIDACTA. Transité varios años ahondando en las posibilidades que STATA me ofrecía, acumulando en scripts (do-files) mis rutinas de trabajo con nuevo vocabulario (comandos, argumentos). Desarrollé mis primeros loops, e incluso programé pequeños algoritmos en mata. Un par de años después, mis conocimientos de STATA en el ámbito profesional dieron algunos frutos. Fueron bien apreciadas mis habilidades para manejar bases de datos y estimar modelos estadísticos.

Llegan momentos en la vida de una tortuga en que ésta encuentra un remanso de aguas tibias, hay suficiente comida y deambular por ahí se vuelve cómodo. Así me pasó, transitaba por una meseta de mi carrera profesional, desarrollaba mi trabajo de manera eficiente y cumplia con las expectativas de mis jefes. Una espinita se me clavó en la costilla tercera del costado izquierdo (afortunadamente mi caparazón no es tan grueso y permite de cuando en cuando la entrada de nuevas inquietudes). Me enteraba de la existencia de lenguajes de programación más poderosos, al menos en mi ámbito profesional, leía artículos sobre la revolución del big data y me informaba de novedosos paradigmas en el análisis estdístico como el machine learning y la inteligencia artificial.

Era el momento de dejar el remanso y buscar nuevos mares, y así lo hice explorando el lenguaje R como herramienta para mi trabajo. El primer paso es instalar el programa, los siguientes mil se realizan con la gran ayuda del amigo Google. Para no hacer el cuento largo resumiré lo que pasó después. Renuncié a mi trabajo, estudié una maestría que incluía clases en distintos programas incluyendo R. Volví a trabajar tratando siempre de aplicar mis conocimientos y seguir aprendiendo.

El mercado laboral demanda mil cosas, no necesariamente que uno sabe (particular interés para mi ahora Python. A veces llegan dudas sobre si valdrá la pena o no adquirir habilidades que quizá no vayas a utilizar. Ahora para este sitio web he estado explorando conceptos básicos de HTML, CSS, Markdown, etc. Una cosa es cierta, si el proceso de aprendizaje es divertido, entonces ese proceso es algo bueno. Así como la tortuga voy yo, lento pero avanzo. Me gusta la figura del espiral porque expande su centro al dibujarse; más preciso aún sería el solenoide es decir, el espiral en 3D, que permite ascensos, descensos, retrocesos y saltos.

Adaptación de: https://homerhanumat.github.io/r-notes/turtle.html

En fin, así como las tortugas, es difícil saber a dónde nos llevarán las corrientes de este mar llamado vida. No solo en la programación sino en cualquier otro ámbito de tu vida, deseo que aprendas mucho, mejores con tus herramientas de trabajo, en tu instrumento musical o en tu actividad deportiva. Pero sobre todo, ojalá te diviertas mucho en el proceso 🏄 😉 🐢

Gracias por leer


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🤓Code time! (y reflexiones adicionales)

A mi entender, en escencia la programación es el lenguaje que nos permite comunicarnos con las computadoras para darles instrucciones tal y como lo hacíamos al dibujar formas con la tortuga.

El código para crear la última tortuga en R es el siguiente:
Nice Code de mi Rstudio

No tan relacionado con programación, pero si la currícula incluyera varios cursos de MS-Excel (o Libre-Office), ah cómo lo agradecerían los egresados al encarar el mercado laboral.

Notas

Migue Rubio

Migue Rubio

Hola mundo, soy Migue.