A second smile

A second smile

Photo by Lenstravelier / Unsplash

Hoy es mi último día del llamado tiempo Krankenstand en Austria, que refiere al periodo de incapacidad por enfermedad. También se cumplen diez días desde que salí del hospital (Krankenhaus) en donde pasé más de una semana internado luego de una gran operación. Llevo días postergando la publicación de este post pero ya va siendo tiempo, mañana comienzo la escuela, las hojas de los árboles se tornan de colores ocres y con nostalgia se puede decir que el verano … ya terminó. Por lo tanto ya va siendo tiempo de que de alguna manera le dé vuelta a la página.

Esta historia comenzó unos cuatro meses atras. En marzo tuve mi primer contagio confirmado de coronavirus, tuve fiebre, dolor de garganta y otros síntomas comunes de la enfermedad. Pasé prácticamente todo el mes en quarentena, convenientemente no tenía escuela o trabajo, así que tanto yo como Melanie la pasamos aislados y "recuperándonos como se debe". A raíz de este contagío es que decidímos realizar un estudio general de salud para ver cómo nos había ido o para evaluar posibles secuelas. Fue en ese chequeo general cuando por primera vez escuchle la palabra Schilddrüse, la doctora me inquirió:

-Wir sehen etwa knöten an der Schilddrüse, sind sie bekant?
(Observamos unos nódulos en la tiroides, le son familiares?

-Nein, nicht bekant (no, no los reconozco).

A partir de ahí se puede decir que la historia es simple, darle seguimiento clínico a una anormalidad detectada en el cuerpo humano. Una cosa lleva a la otra, un exámen aquí, tiempo de espera, una consulta allá, tiempo de espera, recibes una carta, haces una llamada de telefono, visitas a los médicos, recibes algunas pláticas.

Claro que este tema no dominó cada día de mi verano, el cual puedo decir fue el mejor verano de mi vida. Viajé a varias ciudades nuevas; nadé muchísimo en distintos lagos de Carinthia y Eslovenia; monté muchísimo en bicicleta; bailé; corrí bajo la lluvia; caminé por el bosque; amé y expresé mi gratitud; ví muchos atardeceres y más, muchas cosas más que no caben en un post. El tema no dominó cada día de mi verano pero estába ahí y no pocas veces sentí un "nudo en la garganta".

Días previos a la operación mi cirujano me advirtió "Haremos un gran corte para extraer tumores en distintas zonas, es una operación compleja, en el área hay nervios importantes, de cortarse o romperse ello podría causar parálisis en los brazos o pulmones. No va a pasar... pero podría pasar".

Se llegó la semana y día de la operación. En mi cabeza sucedían muchas cosas: miedo, tristeza, angustia, nerviosismo. No tenía la certeza de si esas ventanas que me fueron regaladas volverían a abrirse una vez más. Uno siente que ha dejado muchos cabos sueltos en "la vida"; palabras no pronunciadas, proyectos inconclusos. Cuando pensaba en la muerte no lo hacía desde el dolor físico, sino desde la tristeza. Concluí que en el temor a la muerte hay un temor al perdérsela (FOMO: fear of missing out), esos viajes no hechos, esa familia que no se tuvo, ese libro no escrito. Con mayor tristeza está el hecho de pensar en los seres queridos, esos que uno sabe se preocupan por uno, una madre llorando, una cama que una vez fue compartida fría de un lado a partir de entonces.

Sin dolor o molestía después de pasar la noche previa en vigilia en el hospital, a la mañana siguiente fue conducido a la sala de operaciones. Las últimas palabras de mi cirujano, amables, cándidas, coordiales.

Y en algún momento mirando una gran luz blanca sobre mí, me dormí


Desperté.

Agradecido por estar vivo. Agradecido por poder mover mis brazos y poder respirar por mi cuenta.

Durante las noches en el hospital (pasé nueve en total) era difícil dormir, mi cuello seguía delicado y tenía miedo de moverlo, entonces trataba de mantener una postura rígida todo el tiempo. Tenía que estar al pendiente de que las botellas que drenaban mi sangre y líquidos estuvieran cerca para evitar jalar las mangueras que succionaban de mi pecho. Sobre todo, durante la noche, como es bien sabido es cuando los fantasmas visitan más; me ponía a darle vueltas a numerosos y funestos escenarios. Tenía miedo y tristeza de pensar sobre el cómo sería la vida después.

A poco más de una semana de la operación recobré mucha movilidad en el cuello y hombros. Solamente, mi cuerpo me recordaba de cuando en cuando que estoy vivo con pequeños cosquilleos en las extremidades (en realidad se trata de la falta de calcio). Me dicen que se pone mejor, por ahora mi cuerpo se está acostumbrando, se calibra, se ajusta a la ausencia de la mariposa. Por mi parte hago esos pequeños ajustes a mi estilo de vida, me despierto temprano preparo un pequeño desayuno para después religiosamente tomar mis tabletas.

Me quitaron la tiroides, pero me regalaron una segunda sonrrisa; desperté un día más; una nueva oportunidad para ser feliz y ser instrumento de amor. Mientras pueda, seguiré compartiendo historias, reflexiones y aprendizajes.

Gracias por leer.

A very special song


Miscelánea 

y bitácora de viaje


No hay muchas aprendizajes relevantes para el sitio web, en realidad, me he enfocado en asimilar y procesar lo que narro en este post. Durante el verano comencé a tomar un curso en linea sobre programación, pero eso quisiera compartirlo cuando esté terminado. Ah, sí, ¡claro! agregué una nueva sección al sitio web, tiene el tag Poesía y puedes encontrarlo desde el banner principal.

Recomiendo ver esta sabia respuesta a la pregunta "¿Qué crees que pasa cuando morimos? Estas palabras resonaron en mí durante muchas noches en las últimas semanas.

El título de este post proviene de la cicatríz que dejó la operación, tomé una foto que inicialmente iría en la portada, pero me decidí por la imagen de una mariposa, que es la forma "anatómica" que tiene la tiroides. Cuando regresé a casa busqué un poco de ayuda o inspiración en iternet. En Instagram busqué los hashtags #ohneschildüse #notiroids #withouttiroids #sintirodes etc, y fue como dí con este bello perfil ohne.schmetterling, que en español dice sin.mariposa. El perfil contiene ilustraciones creativas que describen casi a la perfección como fue el proceso de descubrir tumores en la tiroides, la operación la terapia posterior (entre otras cosas). Aún así, comparto en esta miscelanea aqulla foto que tomé durante mi estancia en el hospital. Nuevamente,

Gracias por leer

Migue Rubio

Migue Rubio

Hola mundo, soy Migue.